El borrador de Ley de Envases y Residuos de Envases publicado por el Ministerio de Transición Ecológica ha sorprendido a la industria y a la distribución española y europea con la fijación de unos objetivos de reutilización de envases que suponen un cambio de modelo, prácticamente de la noche a la mañana.
Los envases comerciales e industriales son piedra angular de nuestro sistema productivo y logístico. Los sectores han buscado y encontrado a lo largo de los años, soluciones de máxima eficiencia para el transporte y protección en las transacciones comerciales e industriales. La eficiencia económica ha supuesto eficacia medioambiental mediante la prevención de embalajes, la optimización de viajes y la elección de la solución óptima para cada producto y traslado. El resultado de todo ello es un modelo circular de uso y reciclaje posterior del envase, en niveles superiores al 80%.
Los objetivos de reutilización propuestos para los envases comerciales e industriales requerirían una redefinición completa de los circuitos logísticos y del transporte en España, y en muchos casos una duplicación de estos, a la vez que podría tener un efecto medioambiental negativo y aumentar la generación de residuos, disminuiría nuestra capacidad exportadora y el posicionamiento de nuestras empresas, además de fragmentar el mercado interior comunitario.
Para los envases domésticos, los envases que llegan al consumidor final, el hecho de que los objetivos de reutilización no tengan en cuenta los márgenes de progreso existentes en cada sector, y las exigencias de seguridad de los consumidores que afectan, en el caso de los juguetes, también al packaging, supone un importante riesgo de incoherencia entre obligaciones legales de distintas fuentes normativas.
Desde la industria y la distribución nos hemos dirigido tanto al Secretario General de Medio Ambiente como a la Ministra de Industria y a todas las Comunidades Autónomas, pidiendo que se abra el diálogo con quienes tienen que cumplir esta ley para buscar un texto que realmente beneficie a nuestro entorno natural sin dañar la competitividad de la economía española.